Por la calle Tellier (hoy Lisandro de la Torre) sobre la vereda que a la mañana pega al sol, fuí creciendo desde pibe. La calle era angosta, empedrada y de doble mano. Colectivos, camiones que transportaban cerdos y vacas, coches y carros.
El 80 de hoy era el 220 de ayer, un corralón guardaba los carros, en su mayoría de lecheros, los caballos y pegadito un negocio de venta de fardos de alflafa para el alimento de los equinos y papas y batatas para los vecinos. Don Mario y otro socio lo trabajaban pero la principal, la mas conocida Doña Orunda, que se destacaba por estar siempre vestida de negro y tener bocio en la garganta lo que le daba un aspecto muy singular.
Al lado nomas una fabrica textil(aunque hoy parezca mentira) que trabajaba hasta de noche. Increible. Hoy en su lugar hay un edificio de departamentos.
La escuela Alfonsina Storni que hoy aún funciona, es el unico testimonio vivo de la cuadra. En la esquina de Tellier y Ercilla donde funciona una libreria, habia un cafe-bar, muy grande que tomaba parte de Tellier y otra por Ercilla.
En la otra esquina, donde hay una verduleria, estaba la cocheria Parada Diaz y hasta un mercado teníamos, pegado a la escuela.
En esa cuadra crecí. Veredas anchas, árboles frondozos. En la que en las noches de verano todos los vecinos salian a la puerta a sentarse en las pequeñas sillitas de mimbre, mientras los chicos jugabamos.
Todos nos conociamos, la famila Garibotto, Cucuzza, Sanchez, Wash, Fernandez,Ieraci y estos que hoy son simples recuerdos fueron los que escribieron historias de la vida cotidiana que no salen en ningun libro de historia.
Y todavia falta mas, faltan las anecdotas, el club Ercilla Juniors, La primer plaza, como se la llamaba. Pero eso es para otro articulo.
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